MIS RECURSOS DE AYL: PARA SER PROFESOR HOY

La educación y la cocina tienen mucho en común, ya que en ambas hay saber elegir y mezclar los ingredientes adecuados y en la proporción necesaria para conseguir el resultado buscado.

Los mejores docentes son aquellos capaces de reinventarse, reciclarse y adaptarse a las necesidades reales de sus alumnos. Algunos de los ingredientes que yo creo que no deben faltar para preparar una buena receta educativa, son:

- Mucha vocación y profesionalidad.

- Un buen puñado de entusiasmo
y creatividad.

- Grandes dosis de paciencia,
respeto y cercanía.

- Capacidades comunicativas
y de escucha.

- Plasticidad y flexibilidad.

En 1º lugar, debemos mezclar la vocación y la profesionalidad, ya que un buen maestro debe tener ganas de trabajar con los niños, debe estar bien cualificado y tener presente que la formación continua deberá formar parte de toda su vida docente.

Una vez hecha la mezcla, añadiremos varias cucharadas de plasticidad para tener la capacidad para adaptarnos a distintas situaciones, circunstancias (intereses de los alumnos, ritmos de aprendizaje, diversidad del alumnado y familias,…).

Batiremos e incluiremos un buen puñado de habilidades comunicativas y de escucha, ya que no solo debemos ser capaces de expresarnos de forma clara y ordenada, sino que también debemos ser buenos oyentes y tener la capacidad de escuchar y comprender a nuestros alumnos.

Después añadiremos una buena dosis de paciencia, respeto y cercanía que nos permitan establecer vínculos afectivos que proporcionen seguridad, comodidad y una autoestima más positiva a los alumnos y alumnas y los batiremos hasta conseguir una masa sólida.

Hornearemos la mezcla a 250º, mientras en otro recipiente introducimos varios sobres de entusiamo y creatividad con los que adornaremos nuestra receta.

SUGERENCIA:

Se pueden probar otras variantes agregando otros ingredientes a esta masa base porque hay tantos métodos para enseñar, como perfiles docentes.

FUENTES